El viaje de Toma Coconea al Red Bull X-Alps

No hay éxito sin sacrificio, así como no hay campeones sin compromiso y dedicación. En la vida obtenemos lo que merecemos, ni más ni menos. Somos los únicos autores de nuestra historia. La vida es como un tablero de ajedrez. Lo que obtienes es de dónde vas, y cada movimiento es un nuevo intento de acercarte a tu sueño.

“Si realmente quieres algo en la vida, ve a buscarlo.«, este es el lema que define al gran campeón Toma Coconea. Red Bull X-Alps es la competición que cambió su vida y le ayudó a dar un paso importante en su carrera deportiva. Un día se lo dijo un buen amigo. «Toma, la gente de Red Bull está organizando una competición que te conviene perfectamente.» Sonrió ante la idea desde el primer momento. Para esta competición fueron elegidos 22 atletas de todo el mundo, pero su currículum no era lo suficientemente bueno para ellos. En ese momento le vino un pensamiento «Si realmente quieres algo en la vida, ve a buscarlo». lo cual hizo.

Así que cogió su parapente y se dirigió a Garmisch, un lugar donde sólo se invitaba a profesionales a un espectáculo de vuelo. Cuando llegó el momento adecuado, abandonó el público y se fue volando. Todo salió perfecto, lo dio todo y el final fue memorable, acabando firme en la mesa de los organizadores. Así comenzó en 2003 la aventura de Toma Coconea en el Red Bull X-Alps, competidor que participó en todas las ediciones.

Con el paso de los años, Coconea se ha convertido en la estrella de la competición gracias a los cientos de kilómetros recorridos sin dormir, pero también por su resistencia física y mental para continuar la carrera en condiciones extremas. Fue él quien inspiró la introducción de los controles antidopaje, pero también de la regla del descanso, porque si fuera por él habría corrido toda la distancia sin descansar en absoluto. Cada edición le trajo una nueva experiencia, pero también momentos vividos al límite. En la primera edición, en 2003, Toma se quedó atrapado en una pared, en medio de una tormenta de nieve, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, sin equipo técnico. Esa noche rompió el botón de pánico que los organizadores le habían dado en el kit, para no tener la tentación de presionarlo. Además, para resistir el mal tiempo, se golpeó la cabeza con una piedra para no quedarse dormido hasta el amanecer, arriesgándose a sufrir hipotermia.

En 2007 realizó una carrera/caminata de 170 kilómetros, estableciendo un récord de carrera, y luego voló 100 kilómetros, logrando terminar segundo en la competencia. Para no dejar lugar a interpretaciones, se ofreció a someterse a un control antidopaje y demostró que había «jugado» limpiamente. Las pruebas siguen siendo obligatorias desde entonces.

En 2009 la suerte no estuvo de su lado. Al cabo de unos días fue descalificado de la carrera porque entró sin querer en una pista de aterrizaje prohibida, pero esto no le impidió volver a la línea de salida en 2011 y terminar en 2º lugar tras una aventura de «hermana de la muerte». Mientras se dirigía hacia la zona de llegada fue alcanzado por una avalancha en la zona del Matterhorn. Un tobogán de 500 metros y una lesión en la mano izquierda no fueron suficientes para detenerle en el camino de realizar su sueño.

Incluso 2015 no fue una de sus mejores ediciones. Era la primera vez que veía el final de la competición desde el borde de una cama de hospital de la que ya no podía escapar. Recuerda haber tenido alucinaciones de que estaba bien y lo único que quería era poder seguir corriendo. Llamó a la edición de 2015 la “carrera de su vida”. Nada pudo salvarlo cuando salió de un caldero de rocas y corrió directamente hacia la tormenta de nieve. Era la primera vez que tenía miedo, pero no lo suficiente como para regresar a la edición de 2017 donde logró correr 200 kilómetros en los dos primeros días y terminar la carrera en el puesto 11 entre 31 atletas.

La novena edición del Red Bull Su valentía y voluntad de ser competitivo le han granjeado muchos seguidores a lo largo de los años. Vive al máximo cada momento de la competición y el público presente a lo largo del recorrido es su fuente de energía. La presencia de la gente y de la afición le ayuda a superar los momentos difíciles.

Aún no sabe lo que le espera en la edición del décimo aniversario, pero una cosa es segura: quiere darlo todo para estar entre los tres primeros. Desea que después de la competición no pueda culparse de nada. Quiere que todo salga a la perfección y para ello se ha preparado durante dos años consecutivos. Tiene confianza en sí mismo y en el equipo que lo apoya y lo ha apoyado incondicionalmente durante todo este período, y la única forma de vengarse es terminar de la mejor manera posible. Estamos muy contentos de formar parte de su equipo que quiere verlo en lo más alto del podio. Estamos seguros de que no será nada fácil, pero confiamos en que Toma podrá hacerlo tan bien como en ediciones anteriores. Independientemente del resultado final, será y seguirá siendo un campeón y una gran fuente de inspiración para nosotros.